lunes, 19 de abril de 2010

Abducciones

A la par de la criptozoología, la ufología va ganando terreno en esta época contemporánea; a pesar de que se consideran pseudociencias, son inquietantes para los científicos, quienes tratan de averiguar que motiva a las personas en este tipo de cosas. Uno de los temas más estudiados de la ufología, son las abducciones, que según el diccionario de la RAE es: “El SUPUESTO secuestro de seres humanos llevado a cabo por criaturas extraterrestres con el objeto de someterlos a experimentos diversos en el interior de sus naves espaciales”. A pesar de que el empleo de la palabra supuesto deja en claro que no se está tomando por hecho ninguno de estos relatos, la sola incorporación de este vocablo demuestra la relevancia que están tomando estos sucesos en la actualidad.
Pues bien, estas experiencias tienen su origen en los avistamientos de OVNIs y naves espaciales o platillos voladores; que no son lo mismo, ya que OVNI es cualquier objeto que a simple vista no se puede identificar, mientras que al decir “platillo volador” se está demostrando que este objeto ya fue identificado.
De los avistamientos se tienen antecedentes en épocas remotas de la humanidad. Por ejemplo, existe un texto redactado alrededor del año 1450 a.C. bajo el reinado del faraón Tutmosis III el cual menciona la aparición en Egipto de un misterioso conjunto de círculos de fuego más brillantes que el sol, durante varios días.
Casos como este se dieron alrededor de todo el globo.
Según el científico J. Allen Hynek, quien propuso la clasificación más aceptada, los encuentros se dividen en cinco tipos:
*Primer tipo: Avistamientos de Objetos [OVNIs] que no pueden ser atribuidos a la ingeniería humana
*Segundo tipo: Es la observación de la evidencia física de una visita extraterrestre a nuestro planeta [por ejemplo, los cropcircles]
*Tercer tipo: consiste en ver uno o más ocupantes de naves extraterrestres [caso Flatwoods]
*Cuarto tipo: Abarca las abducciones de seres humanos [casos Villas Boas y Hill]
*Quinto tipo: Se trata de contactos con entidades extraterrestres establecidos de forma voluntaria y proactiva con/por los seres humanos.

Los primeros reportes de abducciones son tan recientes como los avistamientos de platillos voladores y van a la par de la ciencia ficción, lo que los hace poco creíbles. La descripción de objetos desconocidos que surcan el cielo parecía insuficiente para mantener vivo el interés de las masas, ávidas de temas y hechos sensacionalistas.

Fueron dos los casos que, en la década de 1950, marcaron rutas para la imaginación colectiva y el reporte de las abducciones:
Caso Villas Boas:
Antonio Villas Boas era un joven agricultor de 23 años que vivía en Sn Francisco de Sales, Brasil. Solía realizar sus actividades en el campo para evitar el calor del día. La noche del 16 de octubre de 1957 vio aparecer una estrella roja que poco a poco se fue acercando hacia él hasta distinguirse como una nave con una luz al frente y una cúpula rotatoria en la parte superior. Mientras bajaba, desplegó un tren de aterrizaje semejante a largas articulaciones mecánicas. Villas boas intentó huir en su tractor, pero no llegó muy lejos, por lo que decidió ir a pie. Se sorprendió mucho cuando un humanoide le cerró el paso. Medía un metro y medio e iba vestido de gris. Tenía ojos azules y hablaba empleando ladridos cortos y agudos. Varios más como él se aproximaron a la escena y lo obligaron a entrar en la nave. Cuando se hallaba en el interior, lo desnudaron y cubrieron su cuerpo con una extraña jalea. Fue conducido a una sala semicircular en cuya puerta habían trazado algunos caracteres de misterioso significado. Tras tomarle muestras de sangre mediante una incisión en la barbilla fue llevado a una habitación contigua donde liberaron un gas que le provocó gran malestar. Entonces hizo su entrada un humanoide de sexo femenino, por completo desnuda y muy atractiva. Su cabello era rubio, pero sus axilas y genitales se hallaban cubiertos de espeso vello rojo. El campesino se sintió muy excitado y tuvieron relaciones sexuales. Durante el coito ella le mordisqueaba la cara, daba atrevidos lengüetazos y ladraba como perro pequeño. Al parecer el objetivo de la abducción era que la mujer quedara embarazada. Por eso, una vez alcanzado el orgasmo le devolvieron su ropa y lo condujeron a la salida de la nave sin permitirle que tomara alguna muestra material de su estancia en ella. En cuanto descendió, el transporte se preparó para despegar y se elevó por el cielo emitiendo la misma luz brillante que al principio había sorprendido al labrador. Cuando este llego a su casa, supo que habían transcurrido unas cinco horas. En los días siguientes Boas sintió un intenso malestar [lesiones cutáneas, nauseas, mareos, pequeños nódulos en diversas regiones del cuerpo] y acudió a consulta médica. Los especialistas concluyeron que había sido sometido a algún tipo de radiación. Narró una y otra vez la historia de lo acontecido y ofreció una versión impresa a inicios de los sesenta. Vivió hasta 1992 y siguió dando la misma versión de los hechos, sin presentar muestras de algún trastorno mental.
El caso Villas Boas solo se conoció en su país y no alcanzo divulgación internacional, hasta algunos años después, cuando comenzó una verdadera fiebre por las historias de este tipo a partir del famoso caso de las abducciones Hill. Este abre la gran tradición narrativa de eventos que podríamos clasificar como de la literatura oral.

El caso del matrimonio Hill:
Betty y Barney Hill era una pareja residente en Portsmouth, new Hampshire. El trabajaba como empleado postal y ella con las comunidades pobres. Cuenta la historia que por la tarde del 19 de septiembre de 1961, viajaban en auto con destino a Quebec, donde pensaban pasar unas vacaciones. Cerca de la carretera vieron un brillante punto de luz que se proyectaba hacia el suelo. Con un par de binoculares que traían, descubrieron que se trataba de un platillo volador, que termino por aterrizar a unos metros de ellos. Por las ventanas asomaba una decena de peculiares criaturas que descendieron y le sindicaron permanecer en el sitio donde estaban, intentaron acelerar la marcha del automóvil, comenzaron a escuchar extraños sonidos y el vehículo empezó a vibrar intensamente. Aunque sintieron mareo y fatiga, siguieron avanzando, y de alguna forma pudieron llegar a su casa. Una vez en su domicilio, solo recordaban fragmentos de lo que les había ocurrido mientras descubrían inquietantes detalles en sus pertenencias. El vestido de ella se hallaba rasgado en algunas partes y lo cubría un fino polvo de color rosa. La correa de los binoculares estaba rota, aunque ninguno de los dos recordaba haberla rasgado. A los pocos días decidieron comunicarse con las autoridades militares para narrarles su encuentro con el platillo volador. A las dos semanas del encuentro con la nave, la señora Hill comenzó a tener pesadillas recurrentes relacionadas con los hechos en las que aparecían pasajes que ella no recordaba en su experiencia diurna. A partir de noviembre de 1961 empezó a escribir los detalles de lo que había ocurrido e iba recordando en sueños. Dos hombrecillos uniformados de curiosa cabeza los habían conducido al interior de la nave. Una vez adentro, fueron separados y ella quedó al cuidado de un investigador quien le informo que iba a realizar algunas pruebas para estudiar las diferencias entre androides y humanos. La revisión transcurrió como un examen médico normal, y el imaginario científico tomo muestras de su cabello, piel y uñas. Tras desnudarla introdujo en su cuerpo una larga aguja, según ella para hacerle una prueba de embarazo, luego trato inútilmente de sacarle un diente. Cuando las pruebas terminaron, ella solicito llevar consigo alguna evidencia de su encuentro, y eligió un libro en el que aparecían extraños signos en un lenguaje desconocido. La oposición de otros miembros del grupo alienígena le impidió conservarla. Tras reunirse de nuevo con su marido, que había sido sometido a exámenes semejantes, fueron llevados al interior de la nave. De alguna manera se bloqueó su recuerdo de los hechos y la pareja, de nuevo en su automóvil, retomó el camino a casa como si nada. La historia se iba enriqueciendo con nuevos elementos. Las autoridades militares realizaron entrevistas relacionadas con los hechos. En marzo de 1962 los Hill acudieron al consultorio de algunos psiquiatras que buscaban saber si el matrimonio solo era víctima del curioso padecimiento conocido como folie á deux [locura de dos], en el que dos personas muy cercanas entre sí comparten los síntomas de la misma psicosis. A partir de 1964 ambos fueron sometidos a sesiones hipnóticas a cargo del doctor Benjamin Simon, de Boston, su conclusión fue que los recuerdos eran una fantasía y el matrimonio sufría una ‘aberración mental’. Su historia recibió atención en los medios de comunicación y se generaron varios debates debido a su autenticidad. Algunos la calificaron de fraude; otros hallaron inquietantes semejanzas entre el episodio y algunos programas de ciencia ficción trasmitidos por la televisión. Barney murió en 1969, Betty vivió hasta 2004 y siempre sostuvo la veracidad de su relato. Lo interesante fue que la historia de los Hill se convirtió en el fundamento de cientos de narraciones semejantes y en un caso central para quienes defienden la realidad de las abducciones.

Thomas E. Bullard, especialista estadounidense en los relatos folclóricos y las leyendas urbanas realizo un análisis comparativo de trescientos relatos de abducciones para diferenciar su patrón común.
Publicó sus resultados en el libro UFO Abductions: The Measure of a Mystery. Su mayor aportación fue trazar una radiografía de esta fórmula narrativa. De acuerdo con sus conclusiones, estos son los pasos que sigue toda historia de abducciones:
1 los protagonistas son capturados por una nave tripulada por extraños seres
2 son sometidos a un reconocimiento físico
3 los extraterrestres conversan con ellos
4 en ocasiones, les permiten recorrer la nave y admirar sus características
5 los abducidos pierden la noción del tiempo por una especie de bloqueo mental
6 los secuestrados regresan a la Tierra, por lo general al punto donde fueron subidos
7 pueden vivir una profunda experiencia mística [teofanía] y de ella comprender el sentido de la vida humana
8 presentan secuelas poco tiempo después del rapto [malestares, pesadillas e inquietud]

El profesor John Edward Mack, de la universidad de Harvard, agrega otros elementos: los protagonistas aseguran que les fue implantado algún dispositivo tecnológico por los extraterrestres o que fueron objeto de abuso sexual.
Los detalles y las características varían, pero el esquema es el mismo.
Está claro que ningún reporte de abducciones ha sido realmente comprobado, y que todo lo que se dice sobre estas es mera especulación.
¿Qué utilidad podemos obtener de este fenómeno y su estudio? Según Susan A. Clancy, autora del libro Abducted: Hoy People Came to Believe They Were Kidnaped by Aliens, los testimonios pueden servirnos en la indagación de los factores que coinciden para que las personas lleguen a creer en cosas así, como desarrollan esas creencias y para que propósitos les sirven. La explicación científica convencional [en la que se argumenta que quienes creen en eso ignoran los fundamentos de la ciencia o son incapaces de razonar con lógica] le parece insuficiente. De la misma forma, piensa que reírnos de quienes creen en las abducciones o juzgarlos como personas incultas tampoco basta, pues la orientación que sus figuraciones tienen es demasiado especifica como para situarla en el mismo compartimiento de todas las falsas nociones y las ideas absurdas. Después de entrevistar a decenas de personas que reportaron haber vivido experiencias como ésas, su conclusión es que la gran mayoría presenta una personalidad esquizofrénica, caracterizada por una inclinación al pensamiento mágico y a la fantasía. Por otra parte, sostiene que, como ocurría con las viejas creencias religiosas, en el seno de las abducciones se encuentra la voluntad de dar sentido a una vida que parece cada vez más difícil y más vacía. La creencia en ellas, asegura la autora, aporta “las mismas cosas que millones de personas de todo el mundo buscan en sus religiones: sentido, confianza, revelación mística, espiritualidad, transformación”. De esta manera, como escapatoria del vacío existencial, el fenómeno de las abducciones en un formidable objeto de estudio para las ciencias de la conducta. Hoy estas se mantienen activas para distinguir y explicar los elementos profundamente humanos que han dado forma a los casos de secuestros extraterrestres.




Bibliografía/Fuentes

Diccionario de la RAE [Abducción]
Secretos de las Abducciones. Revista MUY Interesante, Abril 2008. Editorial Televisa. Rafael Muñoz Saldaña

Posteriormente subiré el caso Flatwoods

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